Citizen – Life in Your Glass World (Run for Cover Records, 2021)

Sus dos primeros discos, “Youth” (2013) y “Everybody Is Gone To Heaven”(2015), les permitieron a CITIZEN hacerse con una buena base de seguidores de su sonido oscuro, emotivo, fresco, con mucha influencia post hardcore y emo del 2000. En “As you please” (2017) logramos encontrar algunos atisbos de un acercamiento a un indie con un sonido más brillante y pop, pero nada como lo que la banda nos entrega en su nuevo disco“ Life In Your Glass World”.

El disco parte con “ Death dance approximately” y “ I want to kill you”, dos canciones con coros instrumentalmente muy alegres que más de algún artista pop moderno quisera ocupar en alguna de sus canciones. Sin embargo, esa alegría es sólo una careta que contrasta con la realidad de letras de un Mat Kerekes lleno de decepciones e incertidumbres, quien desde el primer single lanza la frase “ El reloj es un cuchillo, espero mi turno y esto sólo está empeorando”.

Las ganas de acercarse a un estilo más alternativo se notan en cada una de las canciones del disco. Temas como “ Thin Air”, “Pedestal” o “ Call your bluff” tienen estructuras y guitarras que podrían pertenecer a cualquiera de los últimos álbumes de THE STROKES o THE KILLERS, con un coqueteo constante con un pop ruidoso que engancha rápido. Lo interesante es que CITIZEN sigue transmitiendo la emotividad de sus primeros discos de una forma única en la que Mat Kerekes juega un rol clave para lograr esa identidad de la banda.

En este álbum también encontramos algunos cortes que juegan con recursos de sintetizadores bien novedosos para lo que la banda hacía habitulamente y que suenan muy bien. “Fight bear” es una canción electrónica de menos de 3 minutos que da un respiro necesario en la mitad del disco, para posteriormente continuar con “Black and Roses” que tiene uno de los coros más entretenidos de esta entrega y una guitarra con un protagonisto suave e intenso a la vez. 

“Glass World” y “Winters Bud” disminuyen la intensidad del álbum con la presencia de guitarras acusticas que dan otras texturas y sonidos, un recurso a veces utilizado por la banda en sus discos anteriores y también en el proyecto solista de Kerekes. La última canción del álbum nos vuelve a levantar y a recordar nuevamente algunos de los acordes del último disco de THE STROKES. El álbum termina con una frase que creo que engloba de buena manera la disyuntiva personal que expone Kerekes a lo largo de este trabajo:“Espero que encuentres lo que necesitas, espero que sea eterno, espero que aprendas a amarte a ti mismo”.

Para un fanático de los inicios como yo, quizás no será fácil digerir a la primera el nuevo rumbo que la banda ha decidido tomar, pero al escucharlo con un poco más de detención se encontrarán con el álbum más completo y elaborado de Citizen en su carrera. La banda hizo una apuesta arriesgada y ganó. Al menos a mí.