Deafheaven – Infinite Granite (Sargent House, 2021)

Deafheaven es una banda que desde el 2010 a la fecha ha tenido una evolución sostenida en su sonido a través de sus cinco discos publicados. En “Roads to Judah” (2011) y “Sunbather” (2013) hay una base post hardcore, y shoegaze, pero con la gracia de que incorpora la crudeza del black metal, elemento que, a mi parecer, hace que su sonido sea muy único.

“New Bermuda” (2015) y “Ordinary Corrupt Human Love” (2018) son los discos que sin duda los consolidan en un grupo de oyentes más diversos, dada la particularidad de su sonido. En estas entregas encontramos una mayor aproximación a canciones con matices y partes más flotantes, tranquilas y lentas, pero nada como lo que nos entregan ahora en “Infinite Granite”. La banda evoluciona hacia un sonido mucho más limpio, melancólico, donde los gritos, cajas demoledoras y guitarras endemoniadas quedaron en el pasado. Este es un disco indie que mantiene la base shoegaze característica con una oscuridad permanente que atrapa y no suelta.

Uno de los aspectos más llamativos de este álbum es lo inevitable que es no recordar el registro y estilo de Morrisey con la nueva propuesta vocal de George Clarke. Me pasó algo similar a cuando el 2020 escuché el último disco de los canadienses de Spectres. A ratos este álbum no parece un disco de Deafheaven, sino que su sonido se acerca más a bandas como Wild Nothing, Craft Spells e incluso Drab Majesty pero sin tanto sintetizador.

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Shellstar y In Blur son dos canciones hermosas, que transmiten una calma y nostalgia que encantan de entrada. A medida que va pasando el disco uno piensa que en algún momento aparecerá algo del sonido más crudo de sus registros anteriores, sin embargo, todo se mantiene en la misma línea con joyitas como Other lenguaje y The gnashing, en el que dan una clase de shoegaze moderno exquisito. Instrumentalmente podría ser perfectamente un tema del “Tired of Tomorrow” (2017) de Nothing (tengo que reconocer mi gran debilidad por ese disco). Acá Clarke expone toda su calidad con melodías vocales bien emotivas. Uno de mis temas favoritos.

El disco avanzó hasta casi el final y me fui convenciendo de que quizás ya no encontraría su sonido de antes, sin embargo, cuando todo va acabando en el último tema, “Mombasa”, dan un cierre inesperado. Arman una despedida lenta, tranquila, que va subiendo y termina con gritos desgarradores, una caja imparable como una metralleta que después de todo el recorrido previo del álbum lo único que logra es descolocarnos acerca del futuro de Deafheaven.  No sabría interpretar ese final como una despedida para siempre del sonido de los últimos 10 años o el anticipo de que regresarán a lo de siempre y que esté disco no fue más que un gustito temporal.  

¿Es un giro negativo o un mal disco? En lo absoluto. Deafheaven deja claro que es una banda de primer corte, que cualquier cosa que haga siempre será ejecutada de una manera elegante, bien pensada, trabajada en base a no dejar ningún detalle al azar. Este disco es una propuesta arriesgada que seguro dejará a varios caídos entre sus fans, sobre todo a los seguidores de su propuesta más black metal, sin embargo, también les abre las puertas para llegar a otros oyentes. Para un adepto a la propuesta más cruda de la banda, este no será su disco e incluso quizás sea la despedida, pero para otros que disfrutan de manera más integral a la banda, aceptarán esta evolución de buena forma. Es mi caso.

Deafheaven – Infinite Granite (Sargent House, 2021)
8.3
Nota