Origami Angel – Gami Gang (Counter Intuitive Records, 2021)

El 2020 escuché por primera vez “Somewhere City” (2019), LP debut de Origami Angel, y cada vez que lo escuchaba pensaba en que ese disco seguro hubiese estado en mi top 10 del 2019.

Tomando en consideración ese antecedente, las expectativas que tenía por el nuevo álbum de Origami Angel eran altísimas. Tengo que reconocer que el primer tema que es una intro trap me asustó, sin embargo, cuando comienza a sonar Self Destruction y Mobius Chiken Strip, entendí que la banda no iba a desentonar.

Mientras la gran mayoría de los artistas intenta crecer y posicionarse en Spotify a costa de un par de sencillos en el año, Origami Angel se abre camino con un nuevo LP doble con nada más y nada menos que 20 canciones dinámicas y entretenidas en el que cuesta encontrar incentivos para adelantar o pasar rápido un tema. Tenía temor de aburrirme a medio camino, pero no lo solté hasta el final.

La banda de Washington DC continúa utilizando la misma fórmula de su disco anterior, influenciados por el emo noventero, math rock y pop punk, pero con una producción de mejor calidad en cuanto a sonido y recursos instrumentales. En cuanto a las líricas, las temáticas adolescentes (incluso infantiles) siguen siendo las mismas de “Somewhere City”. Canciones inocentes que tienen que ver con cosas simples y “ñoñas” como su gusto por los videojuegos de Pokémon, anécdotas en salidas a comer a un tacobell y un par de frustraciones vividas por amores imposibles.  Para alguien que ya está pasado los 30 años algunas de sus letras pueden ser incómodas, pero en mi caso no fue impedimento para escucharlo y disfrutarlo completo.

En este disco las influencias de bandas como Joyce Manor, Mom Jeans, Cap’n Jazz e incluso Relient K, aparecen en distintos momentos. Melodías alegres y frescas hacen que la banda sea muy accesible a la primera, sin embargo, las estructuras y recursos instrumentales utilizados en su composición los convierten en una banda compleja que, a pesar de contener varios elementos del pop punk, al menos para mí, creo que esa categoría reduce demasiado lo que entregan en este disco. Bossa nova corps es otra demostración del gran nivel creativo y compositivo de músicos que no tienen ningún miedo en incursionar en ritmos brasileños.

Tomando en cuenta que sus integrantes tienen entre 20 y 25 años, creo que los trabajos que vendrán seguirán sorprendiendo y posicionando a Origami Angel como unos de los grandes referentes de la nueva camada de agrupaciones de este estilo.